- En el proyecto participan 525 niños, niñas y adolescentes de las comunidades de Ararca, Santa Ana y Barú.
- Con el apoyo de siete organizaciones: Asociación Somos Barú, Club Náutico Punta Iguana, Fundación Colombianitos, Fundación Hernán Echavarría Olózaga, Fundación Puerto Bahía, Fundación Santo Domingo y Grupo Argos, se ha puesto en marcha esta iniciativa que tiene por objetivo desarrollar habilidades para la vida y fortalecer la salud en sus participantes a través del deporte con intencionalidad pedagógica.
En medio de juegos y enseñanzas, desde hace siete meses transcurre el programa “Barú está en la jugada” donde a través de entrenamientos de fútbol, sóftbol y actividades psicopedagógicas se contrarrestan los efectos negativos que ha dejado la pandemia en términos de sedentarismo, salud mental, problemáticas de convivencia y retroceso académico.
Santiago Rodríguez, un niño de 11 años de la comunidad de Ararca, que ha participado de las actividades deportivas, asegura que sus comportamientos han mejorado especialmente cuando está con sus amigos, “participar en el programa me ha enseñado a respetar a los demás, llamándolos por su nombre y escuchando sus ideas de manera respetuosa”, explicó.
Superando los retos de la pandemia
“Como es de conocimiento público, la pandemia ha resaltado problemáticas sociales y educativas que hemos tenido como país. Una de las dificultades más marcadas en los niños de la Isla se relaciona con la debilidad en sus competencias de lectura, escritura y matemáticas, es por esto que, las actividades del componente pedagógico cobran un gran valor ya que han fortalecido dichas competencias en los participantes”, asegura Gladys Sanmiguel, directora ejecutiva de la Fundación Colombianitos.
Sharick Maldonado, una niña de 9 años que vive en Santa Ana, asegura que gracias a las profesoras de ‘Barú está en la jugada’ aprendió a escribir su nombre, a contar hasta el número 100 y a reconocer la hora en el reloj digital y de manecillas.
Para el proyecto, incluir a los padres de familia es importante, por eso en el componente psicosocial se han realizado talleres y actividades lúdicas como ‘Rumba terapias’, en donde reciben herramientas para mejorar la convivencia en sus hogares, adquieren habilidades para controlar el estrés y las tensiones, mejoran la comunicación en sus familias y aumentan la percepción de riesgo del consumo de alcohol en menores de edad, promoviendo estrategias preventivas de esta y otras sustancias psicoactivas.
Susana de la Rosa, una madre de la comunidad de Barú, se siente agradecida con el proyecto porque ha visto cambios positivos en el comportamiento de su hija Ana Sofía y en su rol de mamá, “gracias a los talleres he aprendido a manejar el estrés, a orientar a mi hija de una forma más positiva y tener espacios de comunicación más constante”, señaló.
Al ser un proyecto de salud, Barú está en la jugada, ha realizado jornadas de evaluación de tamizaje y peso para verificar en qué estado nutricional ingresaron los niños y las niñas al proyecto. Estas jornadas son complementadas por diferentes actividades como charlas y talleres con los padres y los menores, en las que se fomenta una alimentación balanceada y se promueven hábitos saludables.
“Este es un proyecto que llegó para dinamizar las prácticas cotidianas de los participantes e impulsar su desarrollo sostenible, ha sido el escenario para que los niños, niñas y jóvenes desarrollen habilidades para la vida y hábitos de vida saludable, experimentando aprendizajes valiosos en términos de resolución de conflictos, trabajo en equipo y comunicación asertiva” afirmó María Stephanie González, gerente de desarrollo social de la Fundación Santo Domingo.
Otro de los objetivos de ‘Barú está en la jugada’ es dejar capacidad instalada en las organizaciones deportivas de la isla. A través de capacitaciones, los líderes deportivos adquieren nuevos conocimientos y aprendizajes con organizaciones expertas como ‘Nuevos Rumbos’ y con la metodología de la Fundación Colombianitos ‘Juguemos por la paz’, que integra las prácticas deportivas con la formación de habilidades para la vida, la construcción de ciudadanía y la prevención temprana del consumo de alcohol.
Cinco organizaciones deportivas de la región: el Club Deportivo Isla Barú Ararca, Corpoclub Social y Deportivo Santa Ana Isla de Barú, Fundeiba (Fundación deportiva Isla Barú), Corporación deportiva Real Star, Asoclub Recrear Barú y los Consejos Comunitarios de Santa Ana, Ararca y Barú apoyan el desarrollo del proyecto.
De esta manera ‘Barú está en la jugada’ sigue trabajando por crear más oportunidades para las comunidades de isla, formando a través del deporte a las nuevas generaciones.